¡Saludos, futuros historiadores del paladar! Hoy nos embarcamos en un viaje culinario a través del tiempo, directo a la Edad Media, donde descubriremos los secretos de la gastronomía que deleitaba a caballeros, reyes y campesinos. Un festín de aromas y sabores Imaginen mesas abarrotadas de pan, el rey de la dieta medieval. Elaborado con trigo, centeno o cebada, este alimento era tan importante que hasta se le juraba fidelidad al nuevo rey. A su lado, encontramos legumbres como garbanzos, lentejas y habas, cultivadas en huertos y campos. Las carnes no faltaban, aunque su consumo variaba según la clase social. Cerdo, cordero y aves de corral eran las más comunes, mientras que la ternera era un lujo reservado para la nobleza. La caza también proporcionaba venado, jabalí y liebres para los más afortunados. ¿De dónde venían estos manjares? Los ingredientes provenían de huertos y campos trabajados por campesinos....